Esta es la historia de Sofía Hegel, una joven guatemalteca de 32 años que empezó a padecer desórdenes alimenticios a los 11 años. Sucumbió a la anorexia poco después de graduarse del colegio, estuvo hospitalizada en 33 centros de recuperación y llegó a perderlo todo, hasta que renació, como una mariposa, gracias a su encuentro con Dios.